Los grupos de autoestima están dirigidos a niños y adolescentes con dificultades para mantener un buen nivel de autoestima. Cuando no se sienten a gusto consigo mismos y muestran una sensibilidad extrema a cualquier corrección o realizan comentarios negativos o críticos sobre ellos mismos de manera sistemática, pueden desarrollar conductas de riesgo y afectar su estado de ánimo o sus relaciones.
La autoestima es la capacidad que tienen de valorarse y aceptarse a sí mismos. Se va construyendo desde la infancia y evoluciona y cambia a lo largo del desarrollo a partir de las experiencias vividas. Una buena autoestima repercute en la forma de interactuar con los demás, con el entorno y con nosotros mismos. Los niños y jóvenes con una buena autoestima se sienten más satisfechos consigo mismos, son más seguros en las relaciones sociales y tienen una mayor capacidad para enfrentar situaciones difíciles o problemáticas. Disfrutar de una buena autoestima se considera un factor protector de la psicopatología que contribuye a tener pensamientos y sentimientos más adaptativos y un buen estado de ánimo.
Tener una baja autoestima es una fuente de sufrimiento y se considera un factor de riesgo para desarrollar diferentes problemas psicológicos, como los trastornos del estado de ánimo, los trastornos de la conducta alimentaria, la ansiedad social y el consumo de sustancias.